INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN
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10 motivos para no perderte la Fenal 32

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Por: Ana Silva 

1. La Fenal es uno de los eventos más importantes y significativos del Bajío, cuenta con una trayectoria de 32 años. ¿Sabías qué? La primera Fenal se realizó el 25 de mayo de 1990 y veinte mil personas asistieron a esta primera edición, donde se contó con la participación de 25 grupos artísticos y 47 expositores repartidos en 54 stands.

2. Fenal 32 se ha reinventado, así que este año podrás asistir tanto virtual como presencialmente, ambos formatos te brindarán una experiencia inolvidable.

3. Equidad, Diversidad e Inclusión, serán los tres pilares que sostengan esta edición 32.

4. Es multisede, estará conformada por cuatro instalaciones emblemáticas de la ciudad: Plaza de Gallos, Casa de la Cultura Diego Rivera, Teatro María Grever y el Museo de las identidades leonesas, así que no te preocupes podrás disfrutar del Circuito Fenal.

5. Puedes visitar todo el contenido a través de la página oficial, Fenal.mx o descargar la app para estar al día con lo que sucede en esta edición sin precedentes.

6. Conoce a nuestros highlights: Siri Hustvedt, Luisgé Martín, Joan Fontcuberta, José Ignacio Valenzuela, Rosa Beltrán y Juan Villoro.

7. Puedes crear tu agenda digital a través de la página oficial, Fenal.mx y de esta forma no te perderás tus eventos favoritos.

8. La venta de libros en formato presencial te espera en Fenal 32, podrás adquirirlos en: Plaza de Gallos, Casa de la Cultura Diego Rivera y en el Museo de las Identidades Leonesas.

9. El Reconocimiento Compromiso con las Letras es para, Bernardo Fernández Bef, el novelista, dibujante de comics y catedrático, sé parte de este homenaje.

10. Fenal 32 perdura, si tu asistencia fue presencial y deseas volver a ver el evento, puedes hacerlo a través de la modalidad virtual, pues las presentaciones permanecerán grabadas en nuestro canal de YouTube.


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10 razones para no perderte la Fenal 31

Texto de Margarita Vázquez La edición 31 de la Feria Nacional del Libro de León se acerca y para hacer más emocionante la espera te compartimos 10 razones para no perderte  la Fenal 31.  1. Nos leemos desde casaLa edición de este año será digital y podrás disfrutar de la Fenal 31 en la comodidad de tu hogar, desde tu teléfono celular o computadora. Así mismo, podrás visitar la página web y descargar la app ex profeso para tener acceso a toda la programación.  2. Un Premio Nobel de Literatura¡Sí, leíste bien! En esta edición -y gracias a los beneficios de la virtualidad- el Premio Nobel de Literatura 2008, J.M.G. Le Clézio, será parte del programa y nos acompañará desde Francia con una conferencia magistral.  3. #SíHayFenal y sí hay tienda en línea Por primera vez tendremos una tienda Fenal en línea, podrás adquirir ejemplares editados, coeditados y productos coleccionables del Instituto Cultural de León. Así mismo, la tienda virtual es un puente para comprar libros de distintas editoriales independientes, tanto locales como nacionales.   4. ¡Cristina Rivera Garza!La escritora tamaulipeca Cristina Rivera Garza será distinguida con el Reconocimiento Compromiso con las Letras y Cecilia Toussaint realizará una lectura dramatizada de algunos de sus textos.  5. 100 años del nacimiento del escritor estadounidense Ray BradburyFestejamos el natalicio de unos de los máximos representantes de la ciencia ficción con un “Mano a mano” titulado El futuro como lo imaginaron Ray Bradbury e Isaac Asimov, a cargo de Bernardo Esquinca y Alberto Chimal. 6. Actividades gratisLa Fenal, en su edición 31, sigue manteniendo todas sus actividades gratis, desde las presentaciones editoriales y las presentaciones artísticas, hasta los talleres. ¡Ve agendando las actividades que no te perderás por nada del mundo!   7. Más literatura infantil y juvenilCon el tema 'La construcción de género en la literatura infantil y juvenil', habrá 17 talleres donde los diversos públicos podrán participar. Desde títeres de papel hasta ciencia, grabado y teatro. Los talleres de llevarán a cabo través de video tutoriales, podcast y conferencias para detonar experiencias lectoras.   8. Oportunidad para formar profesionalesLa Fenal 31 ofrecerá en el ámbito de la formación de profesionales dos encuentros: el Encuentro de Gestión Cultural y el Encuentro de Promotores de Lectura en conjunto con Cecilia Espinosa Bonilla, directora de Fundación SM, en el cual participarán María Baranda, Gina Jaramillo, Yolanda Reyes y Nubia Macías. En ambos casos es necesaria una inscripción previa.   9. Programación artística para toda la familiaLa programación artística no podía faltar para amenizar la Fenal 31. En esta ocasión, el teatro, la música, la danza, los títeres y los cuentacuentos se disfrutarán por igual con agrupaciones y artistas como: Bernardo Govea, Ikharia Teatro, La Belga Collective, Moebius Teatro Clown, Ojo Negro Teatro de Títeres, Zomalli Producciones, enSEÑAteatro, UN colectivo, Huasmole Corp, la Compañía Nacional de Teatro y la compañía estadounidense Manual Cinema.   10. Otras formas de escribirEl rap y la improvisación literaria tendrán sus competencias y finales en vivo. En una esquina Lucha Libro México con un ring de fondo, máscaras y una computadora para un duelo de escritura en vivo, y en la otra esquina, adolescentes y jóvenes tomarán el micrófono para rapear historias que se desarrollan en un escenario utópico.

Cristina Rivera Garza: en constante diálogo con la tradición

Texto de Margarita VázquezEste año, en la edición 31 de la Fenal, el Reconocimiento Compromiso con las Letras será otorgado a Cristina Rivera Garza, narradora, cuentista, poeta, crítica, ensayista y académica que coordina el primer doctorado en Escritura Creativa en español en Estados Unidos, en la Universidad de California; además es una de las voces más relevantes en la literatura mexicana contemporánea. Cristina Rivera Garza nació en 1964 en Matamoros, Tamaulipas. Toda su vida ha sido un ir y venir entre las fronteras geográficas y de géneros literarios. En 1984, a los veinte años y mientras estudiaba sociología en la UNAM, ganó el primer lugar en el concurso Punto de Partida, en la categoría de poesía. Este sería el primer antecedente formal en su fructífera y variada carrera como escritora. Posteriormente, fue acreedora al Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí en 1987, el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero en 1997, el Premio Nacional Juan Vicente Melo en 2001,  el Premio Anna Seghers en 2005, el Premio Excelencia en Las Letras José Emilio Pacheco en 2017 y ha sido en la única escritora en ganar el Premio Sor Juana Inés de la Cruz en dos ocasiones, en 1997 y en 2009. En el formalismo ruso el "extrañamiento" es la presentación de objetos cotidianos en versiones inesperadas que sacuden la comodidad del lector. Este "extrañamiento" se puede ver en la obra de Cristina rivera Garza, así como la sutilidad con la que aborda la historia, teoría, estética y un quehacer literario propio, como en las novelas Nadie me verá llorar (1999), donde combina una investigación histórica con su trabajo literario; La cresta del Ilión (2002), con el abordamiento de la memoria poética de Amparo Dávila; La muerte me da (2007) con la novela negra y la figura de Alejandra Pizarnuk, y en El mal de la taiga (2012), a través de la densidad de os afectos. En una de sus novelas más conocidas, Había mucha neblina o humo o no sé qué (2016), dialoga con Juan Rulfo buscando más allá de la figura mítica del autor y en su más reciente libro Autobiografía del algodón (2020), “retoma el paso del entonces joven escritor José Revueltas en el noreste de México y su labor como organizador de huelgas de trabajadores agrícolas en la década de 1930”. En estos dos libros, se puede ver otra de las características de su obra: un diálogo constante con la tradición y con sus propias genealogías lectoras. Así mismo, una (re) escritura de la Historia a través de la historia con hache minúscula.El Reconocimiento Compromiso con las Letras es el máximo galardón entregado por la Fenal. En años anteriores este premio ha sido otorgado a Élmer Mendoza, Antonio Malpica, Amparo Dávila, Eugenio Aguirre, Margo Glantz y Juan Villoro; autoras y autores con una trayectoria y una obra de primera. Sin duda, Cristina Rivera Garza, tiene más que merecido este reconocimiento por ser una de las escritoras más originales de la literatura mexicana y con un corpus que podría definirse como: una (re) construcción de la memoria que cruza límites y en la que vale la pena sumergirse.

Contar historias, no importa dónde

Por: Jorge FloresEl mundo se cuenta en historias, algunos usan los libros y otros la pantalla, Chascas se encuentra en medio de estas dos dimensiones, su mente se mueve cómodamente entre una y otra; con el streaming a tope, el autor chileno ha encontrado el éxito gracias a esta fortaleza. José Ignacio Valenzuela, Chascas, es un creador de contenido de 49 años. Desde niño cuenta historias, cuentos que no tienen un contenedor específico. Letras que se convierten en escenas e imágenes que se traducen en texto; siempre tuvo esta facilidad para navegar en dos formatos, habilidad que hoy es el pilar de su carrera. “Cuando yo era muy chico, a los siete u ocho años, escribía cuentecitos; siempre me gustó escribir (…) Cuando tenía nueve o diez un día salí de mi casa y encontré que había camiones, gente, porque estaban grabando una telenovela. La casa de al lado era la de la villana de la telenovela y entonces quedé deslumbrado con todas estas cosas de las cámaras, el director gritando acción, los actores repitiendo las escenas, imagínate mi cara de emoción que alguien me agarró y me subió al móvil de transmisión y yo veía el director que apretaba botones; hasta me regalaron un libreto”, cuenta el escritor en entrevista para la Revista Cultural Alternativas. “Entonces desde muy chico no tuve diferencias en mi cabeza, en mi proceso creativo, en mi tipo de escritura por pasearme por un formato o por otro. Para mí fue absolutamente natural”, recuerda aún con entusiasmo. Pero luego vino un conflicto externo, la sociedad llena de prejuicios y egos que le pintó una línea entre la televisión y los libros, limitando su libertad creativa y construyendo una frontera que para él nunca había existido. Estudiando literatura en la universidad escribió su primera telenovela y con ello llegaron las primeras críticas, sus colegas y profesores lo menospreciaban por haber caído en ese género ‘menor’; irónicamente, años después, cuando ya era un nombre en el mundo de las telenovelas y continuaba escribiendo libros, en el ámbito televisivo lo miraban con recelo. “Despreciaban el género, «¡Ah se puso tonto José Ignacio, se puso tonto, mira tan bien que iba estudiando literatura con sus libros!». Luego me pasó al revés, cuando estaba haciendo telenovelas seguía escribiendo libros, allá en el mundo audiovisual era «se cree muy muy porque ahora saca libros», era una cosa absolutamente delirante”, relata divertido. Al inicio estos prejuicios representaron un problema en su carrera, elegir televisión o libros; pero con el tiempo descubrió que su capacidad para moverse de un mundo a otro, no era una debilidad, sino una fortaleza que se propuso desarrollar. “Decidí que iba a escribir libros que parecieran películas e iba a escribir series que tuvieran referencias literarias, iba a hacer híbridos. Ahora ese conflicto me terminó dando la clave de mi carrera”. Fue entonces que las líneas que dividían esos dos mundos se difuminaron, pero no solo para él, sino para la industria literaria y audiovisual; ahora la televisión busca a la literatura para alimentarse y la literatura toma de referencia las tendencias en el streaming para proponer nuevas historias. Luego de una extensa carrera escribiendo telenovelas para Televisa y TV Azteca, además de una serie de publicaciones literarias; Netflix, el monstruo del entretenimiento en la actualidad, contactó a José Ignacio para la creación de una serie. Así nació ¿Quién mató a Sara?, que se convertiría en el estreno más visto de habla no inglesa en Estados Unidos, que tiene la plataforma hasta el momento (55 millones de cuentas que vieron la serie en su mes de estreno). “Cuando Netflix me llamó en enero del 2019 para ofrecerme escribir una serie, lo único que me dijeron fue «nosotros queremos una serie de suspenso», yo dije sí por supuesto, ¿qué iba a decir? —recuerda con gracia e ironía—, colgué la llamada y me aterré porque dije «esta es la misma gente que hace Stranger Things, que hace The Crown, que hace House of Cards, es la misma gente que está haciendo eso, yo no estoy a esa altura, yo no les llego ni a la rodilla». Entonces me matriculé en la universidad para estudiar guión de streaming para series, por 6 meses”, declara. Chascas fue descubriendo muchas cosas en este proceso. Las telenovelas tenían pocas pantallas y horarios, así que su oferta y temática era muy limitada, en cambio las series pueden verse en cualquier momento y desde una infinidad de dispositivos; la televisión en el pasado tenía segmentado a su público, hoy el streaming le ha quitado el rostro, edad, clase social y género a quien sea que esté frente a la pantalla. Otro diferenciador importante, el presupuesto, una telenovela podría costar tres millones de dólares, un capítulo de una gran producción en Netflix puede costar sesenta millones de dólares. José Ignacio tuvo que reaprender a contar historias ante la prioridad de cautivar a la audiencia; hoy las producciones llegan a todos los rincones del mundo y es imposible saber con quién se está ‘hablando’. Ante esta disyuntiva, el autor buscó el modo de ser universal, de hablarle a todo el mundo y entonces recordó que en México le enseñaron que hablar con un acento, escribir desde lo específico, es siempre más atractivo. “Me acuerdo haber tenido esa discusión de 30 años de estar en México, alguien me dijo «nosotros los mexicanos mientras más nos vemos, más mexicanos nos ponemos, no hablamos en neutro en nuestras telenovelas, nosotros hablamos en mexicano». Y entonces pensé en esa cita de Tolstoi que decía «pinta tu aldea y serás universal»”. Así fue como Chascas ‘se miró el ombligo’ y contó una historia para sí mismo, una historia calculada que se convirtió en un fenómeno, la razón nadie la sabe; el autor hizo una historia de suspenso, corrupción y abuso de poder pensando que esos elementos podrían atraer a la audiencia, pero el ‘qué’ específico que convirtió a ¿Quién mató a Sara? en el éxito que hoy en día es, nadie lo sabe. “Mi instinto me guió para decirle a mi jefe «mira, por ahí me quiero ir, porque siento que con esa manera al menos vamos a minimizar riesgos», pero minimizar riesgos no significa un éxito, ¿cuántas veces yo mismo he hecho proyectos minimizando riesgos y me ha ido pésimo?, no tengo idea qué sucedió con ¿Quién mató a Sara?”; finaliza el autor. José Ignacio Valenzuela, quien vive entre sus éxitos literarios, sus obras en la televisión y ahora el streaming, participará en la Feria Nacional del Libro de León como uno de los invitados estelares.